NECESIDAD

Mide tu libertad por la cantidad de cosas que no necesitas para ser feliz. 

No digo que no tengas cosas, no digo incluso que no tengas vicios, que te des placeres o que acumules cosas.

Sólo date el tiempo necesario para comprobar qué cosas eliges y qué otras te tienen atrapado, esclavizado.

¿Tienes una casa en propiedad porque la elegiste? ¿O sientes que sin ella estás desprotegido o puedes ser malmirado?

¿Comes lo que comes porque lo eliges? ¿O sientes que necesitas determinados alimentos?

¿Qué pasa con tu ropa, con tus bienes, con tus abalorios? ¿De cuántos te podrías desprender?

¿Y tu trabajo? ¿Lo eliges o lo necesitas?

Todo lo que haces por necesidad, te convierte en esclavo, que es lo contrario a ser libre.

Y lo mismo para las relaciones. ¿Sostienes tus relaciones de amistad para no quedarte sólo o las eliges? ¿Y la pareja? 

¿Tuviste hijos par llenar tu vida o porque vinieron?

¿Vas de visita a ver a la familia de origen porque te apetece? ¿O si no vas, te hacen la vida imposible?

La única manera de saber si eres libre es darte el tiempo de probar qué cosas, qué relaciones eliges. Y para eso la única estrategia es la privación.

Por eso los monjes y las monjas vivían en monasterios, antes más pobres que ahora. Por eso existe el voto de probreza o el estoicismo: vivir con lo mínimo.

"El alma es libertad, el cuerpo es la prisión" - decían los antiguos. Pero no es exacto o se entendió mal.

El alma es libertad y las cosas o las relaciones no elegidas son la prisión.

Una elección libre parte de la privación. Una elección libre es desde el alma.

Cuando ya sabes que puedes vivir sin una serie de comodidades, eliges cuáles quieres. Desde ti, desde tu alma, desde tu ser. 

Cuando ya sabes que puedes estar sólo, eliges con quién te relacionas. Cuando ya sabes que puedes vivir sin cosas, eliges las cosas con las que tu alma se siente bien.

¿Pero si nunca has estado sólo y feliz? ¿Y si nunca has dormido en la calle? ¿Y si nunca has hecho un ayuno? ¿Y si nunca has estado tirado al raso, sin nadie y más contento que unas maracas?

No sabes si eres libre porque no pruebas. Y no pruebas porque no te atreves. Tu esclavitud es el amo de tus miedos. Y a más miedo más esclavo.

El único modo de luchar contra el miedo es atreverte a privarte. Y atreverte a privarte es salir de la necesidad. 

Prueba por tiempos. Pasa tiempo sin algo a lo que estás acostumbrado. O dedica ratos a cosas que te dan miedo. Son dos herramientas básicas para tu libertad, es decir, para tu alma.

Y si no te gusta esta opción, al menos, toma conciencia interna de qué necesitas y qué eliges. De cuán libre y cuán esclavo eres.

Sólo desde este ejercicio, sólo desde el reconocimiento profundo de cuántas cosas tienes o relaciones sostienes por necesidad, tu alma ya se sentirá más ligera.

¿De verdad quieres elevar tu vibración?

Tu alma no necesita nada.

Comentarios

Entradas populares

© Soledad González Silgo 2022-2023
xaneya.org