DÍA DE LA MADRE
No soportas a tu madre porque es una víctima... no soportas que sea sumisa con tu padre, no soportas que sea controladora contigo, no soportas tener que ayudarla.
Te rechina que ponga a tus hermanos en tu contra, sus ideas antiguas, su falta de evolución, su bipolaridad (ahora te mima, ahora te exige).
Estas desesperad@ porque no encuentras la forma de, simplemente, sentirte querid@ en lo que eres, sin más, sin pretensiones.
Estás desesperad@ porque las discusiones nunca llegan a nada y se sigue repitiendo lo mismo, una y otra vez.
Sufres por verla sufrir, sufres por verla enferma, sufres por verla que no avanza, que se queda atrás...
Y todavía no te das cuenta de que en realidad, todas tus desdichas con ella, son sus desdichas contigo y alguien tiene que parar.
¿Serás capaz algún día de amarla sin más? ¿Sin sentir pena ni reproche?
¿Serás capaz algún día de entender que es una persona más?
¿Serás capaz de verla sencillamente como otro ser, con sus especificidades, las que sean?
¿Serás capaz de aceptarla tú en tu seno sin por eso creerte superior?
Tienes una madre. ¿Todavía la tienes?
Aprovecha el tiempo que le queda de vida, que te queda de vida, para soltarla tú a ella. Para permitirle ser en su diferencia sin que, al mismo tiempo, te sientas cohibido por ella.
Ella también es hija de la vida, igual que tú. Ella tiene el mismo derecho a ser y a no ser, a dormir y a despertar que tú.
Ella tiene su vida y tú la tuya. Aprende a respetar eso tú. Primero la tuya en su diferencia, luego la suya en su diferencia.
Tienes una madre. ¿Todavía la tienes?
Cultiva la amistad libre con ella. Conócela como persona en vez de como madre.
Porque si no soportas que ella no suelte a sus hijos, quizás el modo sea que tú aprendas a soltarla ella.
Y ¡cuidado! Soltar no es olvidarse. Soltar es permanecer en el amor, sin el dichoso concepto de lo que debe ser o no ser una madre.
Tienes una madre ¿Todavía la tienes?
Aprende a tratarla como persona, como ser humano. Sin más, sin pretensiones, sin exigencias, sin querer salvarla.
Pero, sobretodo, conoce quién es, más allá de que sea una madre.
Tienes una madre ¿Todavía la tienes?
Llámala por su nombre y quizás descubras quién es.
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