SEÑOR DINERO

Soy de la vieja escuela,

no de la nueva,

que busca el dinero fácil. 


No creo en enriquecerse

sin producir, sin crear,

sin servir, sin construir.


No creo en el nuevo rico

que asiste al mundo

sólo en función de sus intereses,

haciendo negocios de intermediario,

sacando tajada de lo ajeno.


Tampoco creo en la ganga,

ni en oportunidades de milagro

que mañana se transforman 

en desahucio.


No creo en el esfuerzo.

No se me entienda mal.


No creo en mirar el dinero,

moneda a moneda

y esconderlo bajo una piedra.


No creo en la usura,

ni en la avaricia.

Ni en el desespero

de poseer riqueza,

ahorrando o sufriendo

para el mañana.


Soy de la vieja escuela 

pero no de esa.


Soy de otra mucho más antigua,

de cuando el dinero 

era sólo una forma de cambio

y no valía nada por sí mismo.


Soy de la época en la que

lo que tenía valor

era lo creado,lo servido, lo hecho...

no el producto sino el acto

humano de hacerlo.


Soy de la época 

de los creadores, 

de los artistas, los artesanos,

los escribanos y los juglares.


Soy de la época

de los agricultores, los ganaderos,

los arquitectos y los verdaderos

comerciantes,

que traían el hacer de otros

que estaban muy lejos.


Soy de la época de la vocación,

del don, de la especialidad 

y el saber hacer.

Y del gremio donde había 

un maestro que enseñaba

a quien interesara, 

según el gusto de cada quien.


Soy de la época antigua

de cuando el trabajo

no era una forma de ganar dinero.


Soy de la época antigua

de cuando el trabajo

era ser tú mismo,

desarrollar lo que eras,

en forma de materia,

distribución o servicio.


Soy de cuando el dinero

no hacía ni falta,

porque la vocación lo era todo.


Soy de la época más real 

del ser humano

antes de que los ojos 

se le entristecieran

con el flaco favor dorado 

del llamado "don dinero".


Soy un ser humano 

que se desarrolla

en lo que sabe,

en lo que siente

y le apasiona.

Y al señor dinero

sólo lo quiero

si viene de la mano

con la alegría

de quien recibe

lo que yo hago.


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