LA VIDA
Aprendiste que todo
tenía un precio:
el dinero de papá,
los cariños de mamá
siempre pedían respuesta.
Decidiste marchar lejos
a un lugar distinto,
donde el amor fuera libre,
gratis, porque sí.
Pero hallaste
infinitas veces
más exigencias,
más chantajes
emocionales.
No encontraste
el amor "verdadero".
Decidiste hacerlo tú,
no pedir nada a cambio,
te curraste el amor
"incondicional".
Y entonces te gastaste,
te deprimiste, te quedaste
sin fuerzas, sin energía,
sin límites.
Decidiste recuperarte,
tirar más para ti,
empezar a amarte a ti.
Y, desde ahí,
vislumbraste
el verdadero amor,
el que no da
ni recibe,
simplemente está.
Pero aún así
fue muy difícil
encontrar a alguien
que confiara,
que te mirara
sin juzgar.
Después de caminar
tanto y por tantos lugares,
decidiste al fin creer
que no existe el amor,
al menos ahí fuera.
Nada es gratis,
todo exige
compensación.
Y, en realidad,
sólo se te olvidó
un detalle:
hay una cosa,
sólo una cosa,
que te dieron porque sí.
Hay algo que recibiste
y todavía no has devuelto.
Hay una cosa que
simplemente está.
La vida
querido, querida.
Tu vida
querida, querido.
Tu vida es tuya
y sólo por ti
puede ser amada...
y vivida.
Comentarios
Publicar un comentario