VOLVER A(L) SER

Sé un niño en el sentido más natural.

Sé un niño a una niña en la espontaneidad.

Sé un niño o una niña en la capacidad para soltar, para mariposear, para distraerte ahora con esto y ahora con aquello. 

Sé un niño o una niña en la ausencia de miedo, en la osadía y la curiosidad, sin estar siempre pendiente de las consecuencias.

Sé un niño o niña en la rebeldía, en no preocuparte por el qué pensarán, en la incorrección.

Sé un niño o una niña en reparar tu corazón, a gritos o a lloros, para estar disponible de nuevo y por entero a la vida después del dolor.

Sé un niño o una niña en vivir en presente, sin obligaciones, sin compromisos, sin deudas, sin culpas y sin deberes.

Sé un niño o una niña en vivir cada momento.

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Y si nunca fuiste un niño así o conoces niños que no lo son... sólo piensa en qué prontito dejaste o dejaron de ser niños de verdad.

Llóralo, abre el pecho, arrasa con todo y defiende a ultranza tu espontaneidad. 

La espontaneidad es la libertad de ser.

Siempre estás a tiempo de volver a(l) ser.