RECUERDA

Recuerda que naturaleza

y divinidad

son la misma cosa.

Recuerda que en tu naturaleza

está escrito tu destino.

Recuerda que tu destino

es la mejor opción posible

de tu propio desarrollo,

la que te corresponde

por derecho divino-natural.

Recuerda que si no interfieres

desde la identidad aprendida,

desde las frustraciones, 

desde las heridas... 

ni siquiera desde el conocimiento teórico

o la experiencia... 

Recuerda que si no interfieres...

Todo se da conforme al Ser,

conforme a tu ser,

conforme a la realización

de tu propio destino. 

Recuerda que la interferencia

es el programa

y que el programa,

aquello que crees que es mejor

desde la mente,

sólo te aleja de tu ser

y por ende, de tu destino.

Recuerda que una vida plena,

un ser completo,

es el que camina por la vida

con esa confianza. 

Con la confianza de que en su ser 

ya está todo lo necesario 

para su perfecta realización.

Recuerda que los miedos

que la mente quiere interponer

sólo te separan de tu ser.

Recuerda incluso que

lo que te parece malo

desde los argumentos de la mente,

si nace desde el sentir,

es perfecto para ti.

Recuerda que tu camino

ya está escrito,

sólo que te separas de él,

cada vez que razonas demasiado

con los argumentos del "debería".

Recuerda, cada vez que te pierdes,

volver al momento presente,

porque en el presente está el Ser,

el sentir y no la mente programada. 

Recuerda que 

en el momento presente

está Dios.

Recuerda que tu destino

es la realización,

momento a momento,

presente a presente,

de lo que eres

sin intervención 

del programa de la mente.

Recuerda que la mente,

la programación,

sólo piensa en pasado

y en futuro.

Recuerda ser ahora

y siempre

como lo sientas

en el presente.

Sin complejos,

sin pensamientos,

sin miedos...

en completa libertad

de ser tú mismo

en cada instante.

Recuerda que tú eres tú 

sólo en presente,

dejándote ser

como realmente eres.