¿PROGRAMACIÓN O PREDESTINACIÓN?
Eres lo que eres y ocupas un lugar en el universo. Nunca antes y nunca después en toda la historia de la evolución humana, existirá alguien idéntico a ti.
En tus huellas dactilares, en tu ADN, llevas impreso lo que eres y lo que eres te llevará a quién eres, a tu desarrollo como ser humano, a tu autorrealización. A ese lugar que nadie más puede ocupar.
Sin embargo, te rebelas. Quieres una vida según tal o cual modelo, según tus sueños que son, en realidad, sueños importados de otros que ya vivieron o están en ello. No te comprometes con tu especificidad, no te gusta, porque consideras que de otro modo serías mejor. Porque quieres vivir la vida que los otros te dicen que es mejor.
Entonces optas por la programación. Tratas de dirigir tu vida. Tratas de conformarla a un esquema. Y lo peor, miles, millones de personas hacen lo mismo. Buscan en otros las respuestas. Buscan en otros la apariencia física ideal, los gestos y maneras de ser ideales, la profesión ideal y hasta la "auto-realización ideal"... lo cual en sí mismo no es más que una contradicción.
Pero igual que nadie puede vivir tu vida, tampoco tú puedes vivir la de otros. Y entonces comienza el sufrimiento. No te conformas con ser único; constantemente te comparas, tu individualidad exclusiva no te parece bien. Tu determinación natural o tu destino divino, que son la misma cosa, no te convencen. Ni siquiera te convence esa posibilidad. Te parece que te esclaviza.
No te das cuenta de que al desear liberarte de tu predestinación, de lo que marca tu naturaleza; terminas esclavizándote a tu propia programación, a la programación de un ser humano que quiere ser distinto a lo que es.
Así que sólo tienes dos posibilidades y una única elección existencial: la esclavitud de ser lo que no eres, seguir la programación humana de lo que se debe ser o hacer para ser feliz, y la esclavitud de ser lo que eres. Y esta segunda esclavitud pertenece a una inteligencia superior, no humana sino universal.
Sin embargo, por no decir "sí" al gran organismo infinito del que formas parte, prefieres decir "sí" a quien te aconseja ser distinto a ti; al vano intento humano de automodificarse y no dejarse ser tal como fue creado, tal como nació.
Por no admitir que estás predestinado desde tu propia naturaleza, desde tu propia esencia; que ocupas una función dentro de un organismo más grande según tu capacidad, tus dones y también tus carencias. Por no admitirlo, prefieres esclavizarte con la programación humana que se vende como "libre".
Pero, discúlpame, la libertad de seguir a un amo humano, ideológico, social o cultural es un engaño. La única libertad que tienes es la de elegir a qué amo quieres servir: ¿Al universo, el planeta, la vida desde tu determinación natural o predestinación divina? ¿O a los que te cuentan que eres libre por tratar de modificar tu esencia en base a promesas de falsa felicidad?
Si alguna vez decides hacerle caso al "amo grande", al universo infinito, sólo tienes que hacer dos cosas: decir "no" a todo aquello que tú mismo trates de imponerte, a la pretensión de modificarte por otros o por algún objetivo, logro o recompensa y decir "sí" a lo que cada día salga de tu entraña confiando en que te llevará al lugar único que ocupas en el universo, le guste o no a tu mente programada.
Comentarios
Publicar un comentario